El abuso de las pantallas puede tener efectos negativos en el desarrollo de los niños, según los expertos de la editorial RUBIO. Algunos de los efectos preocupantes incluyen una disminución en la capacidad de concentración y atención, dependencia de la gratificación instantánea, dificultad para desarrollar habilidades de espera y aburrimiento, riesgo de desarrollar trastornos relacionados, aislamiento social y dependencia, dificultades en el desarrollo psicomotor y cognitivo, y desconexión con la realidad y el entorno.
La sobreexposición a dispositivos electrónicos puede afectar la atención de los niños, disminuyendo su rendimiento cognitivo y productividad. Además, el acceso constante a información fragmentada puede generar una preferencia por la gratificación instantánea y una falta de perseverancia. Proporcionar dispositivos para calmar el aburrimiento puede limitar la capacidad de espera y la tolerancia al aburrimiento, habilidades importantes para la paciencia y la creatividad.
El uso excesivo de pantallas también está relacionado con un mayor riesgo de trastornos como la depresión infantil, la obesidad y los problemas de conducta. Los niños que pasan demasiado tiempo en el mundo virtual pueden desconectarse de la realidad, afectando su desarrollo social, habilidades de comunicación y regulación emocional.
Además, la dependencia de las pantallas puede afectar el desarrollo psicomotor y cognitivo, ya que ciertas habilidades solo se pueden desarrollar mediante la interacción física con el entorno. El abuso de las pantallas también puede limitar la capacidad de los niños para aprender a través de la observación y la exploración, desconectándolos de experiencias enriquecedoras del mundo real.
Es fundamental fomentar un uso equilibrado y consciente de las tecnologías en los niños, promoviendo actividades físicas, interacciones sociales y experiencias enriquecedoras fuera del entorno digital. La editorial RUBIO ofrece propuestas educativas y de entretenimiento adaptadas a las necesidades de cada etapa, enfocadas en desarrollar la plasticidad del cerebro, la psicomotricidad y el pensamiento creativo, mientras los niños aprenden y se divierten.