Con la estrategia de levantamiento de necesidades y problemas desde “abajo hacia arriba” el Programa de Ciudades del  Instituto Fraunhofer Chile convocó a los vecinos de San Carlos de Apoquindo a revelar sus percepciones respecto de la seguridad en su barrio en una actividad en el espacio público.

La actividad contó con la colaboración de la Universidad del Desarrollo, la Junta de Vecinos C-25, Citylab Santiago y la co-ejecución de la Fundación Ciudad Emergente.

A través de la actividad de convivencia urbana Reconquistando la Calle”, organizada por el Programa Ciudades de Fraunhofer Chile, un grupo de vecinos de la comuna de Las Condes ocupó una de las hermosas plazas del barrio San Carlos de Apoquindo para conocerse y revitalizar la comunicación vecinal en un sector donde la batalla contra la delincuencia se está perdiendo.

La actividad se desarrolló en el marco del proyecto “Vinculación Ciencia-Empresa para el Desarrollo de Plataformas Tecnológicas Habilitantes para un Smart City en la Región Metropolitana de Santiago: Smart Santiago”, financiada con recursos de la provisión FIC del Gobierno Regional Metropolitano de Santiago.

“El fundamento para la realización de esta actividad está en la hipótesis de que la sensación de seguridad pasa por conocer a los vecinos, y que sin este elemento, cualquier tecnología para combatir la delincuencia, no es sustentable”, indica Alejandra Labarca, encargada del Programa Ciudades de Fraunhofer Chile.

“En el transcurso del proyecto Smart Santiago, hemos mostrado que los santiaguinos requieren de mayor cohesión y capital social para ser felices y que esto se logra a través de la generación de mayor confianza y comunicación entre las personas. Las necesidades de tecnologías deben ser levantadas desde cada barrio, y en este sentido el rol de las Juntas de Vecinos es fundamental”, agrega Labarca.

Con esta mirada Fraunhofer Chile Research, aceptó el desafío de la Junta de vecinos C25 de Las Condes, pues según la encargada de Fraunhofer, “este es un ejercicio necesario para hacer converger las necesidades de las personas, el desarrollo de capital social y la instalación de tecnologías al servicio de las necesidades de los vecinos”.

El desarrollo de la actividad contó con el apoyo de las tácticas urbanas de Fundación Ciudad Emergente que permitieron mapear los puntos más inseguros desde la percepción de los vecinos, lo cual podría ayudar a tomar acciones más focalizadas y efectivas de parte de la autoridad.

El intercambio de experiencias en todos los ámbitos fue el sello de la actividad “Reconquistemos la Calle”. En particular, en el área de la delincuencia se conoció por ejemplo, el testimonio de Oscar Mackenney, decano de Arquitectura de la Universidad del Desarrollo y vecino hace 15 años, quien fue asaltado hace unos días en la puerta de su casa. “Fue un momento duro, porque no fue un hurto, la casa estaba con gente, hubo gritos, violencia, llegó el fiscal, el OS9, y quienes más nos calmaron fueron los vecinos, el que vive a tres casas de la mía y con quien no había hablado nunca antes”, cuenta.

Un importante resultado de esta convocatoria es que se logró reunir a estudiantes, organizaciones ambientalistas, músicos, emprendedores, otras juntas de vecinos, y a la misma Municipalidad de Las Condes que observaba con atención este despliegue. Para el delegado de seguridad vecinal de la Junta de Vecinos C25, Gabriel Zeballos, la experiencia fue positiva, “no teníamos ningún referente, por lo que para nosotros la actividad fue un éxito sólo por el hecho de que llegaron vecinos”.

La tarea ahora es generar continuidad de la vida de comunidad, a través de las distintas comisiones de trabajo, que integran los mismos vecinos, para avanzar hacia la sustentabilidad y mejor calidad de vida.

La promoción y el uso de la bicicleta en el barrio está entre los desafíos que la representante de Fraunhofer Chile, Alejandra Labarca, indica hay que incentivar. “Es impresionante que hasta para ir al almacén más cercano del barrio debas ir en auto y que a todos los niños del colegio los vayan a buscar en auto. Por otra parte, en temas de seguridad los vecinos podrían aprovechar al momento de pasear sus perros para hacer turnos que pudieran apoyar la seguridad ciudadana”, indica. “Hay mucho por hacer pero la gente debe dejar de reclamar, hacerse cargo y empezar a ver la comunidad como fuente de soluciones para todos sus problemas, dejando el individualismo a un lado”, agrega.

Labarca relata su experiencia en Portland, una de las ciudades estadounidense líder en el tema de sustentabilidad, un caso muy interesante porque “es una sociedad tan o más consumista que la nuestra, que se puso de acuerdo hace ya 30 años en cuanto a las dimensiones que iba a tener la ciudad, cuánto iba a crecer, el tipo de barrios que iba a hacer y las prioridades de calidad de vida que guiarían su desarrollo. Todo gira en torno a la sustentabilidad”.

Otro actor relevante en este taller urbano fue Citylab Santiago, que promueve la generación de emprendimientos artísticos innovadores desde la misma comunidad. Esta actividad permitió entender que cada barrio tiene su propio set de artistas y que su desarrollo junto con la comunidad es un negocio de beneficio mutuo. “Cuando instancias como éstas suceden, vienen con un tremendo valor agregado, le mejoran la calidad de vida a todos. En barrios como éste, donde en forma natural se empieza a perder la comunicación entre vecinos, las problemáticas del barrio y la colaboración no está desarrollada”, explica George Lever, director ejecutivo de Citylab. “En estos segmentos hay que promover que ocurran las conversaciones, pues las problemáticas no son tan evidentes y no son compartidas en el día a día, por eso es importante estimular las redes de apoyo”, agrega Lever.

Por su parte Javier Vergara, director de Ciudad Emergente, asegura que para darle continuidad a una actividad como esta se necesita lograr que la comunidad replique sin la necesidad de terceros. “Dejar una semilla, el gran desafío es que la capacidad se instale,  que estas redes que se están formando hoy, tomen fuerza, y construyan vínculos que permitan construir capital social. Y para eso el rol de la junta de vecinos es fundamental”, dice Vergara.

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