La seguridad informática es un tema que preocupa a todas las empresas, sin embargo, aún no se ven acciones concretas que reflejen la atención que se merece. Con la llegada del Internet de las Cosas (IoT), los fabricantes de sensores, por ejemplo, prefieren concentrarse en diseñar un sensor superior, no uno más seguro, dejando de lado entonces una de las principales preocupaciones de este nuevo mundo hiperconectado. En este sentido, resulta interesante conocer los resultados de una reciente encuesta que TechValidate realizó a más de 400 decision makers y profesionales de TI de todo el mundo.

Según el sondeo, tan sólo el 14% de los encuestados muestra preocupación por los dispositivos sin parches, concentrándose más bien en los riesgos que presentan las violaciones externas (32%) y las prácticas de seguridad deficientes de los empleados (36%). Es por esto que, para lograr una buena “salud” informática, es necesario aplicar parches en dispositivos y software en forma periódica, a fin de impedir las violaciones.

Por otro lado, ante la pregunta de cuál era su principal inquietud empresarial en relación con la seguridad, un poco menos de la mitad de los encuestados (47%) omitió mencionar los ingresos, la negatividad de la marca o la pérdida de activos, centrándose exclusivamente en la pérdida potencial de la confianza del cliente. En relación con este punto, es importante mencionar que las violaciones sufridas durante los últimos meses demostraron lo frágil y voluble que puede ser esta confianza, por lo que resulta interesante observar que las organizaciones estén priorizando la confianza por sobre el mero reconocimiento de activos e ingresos.

Hoy en día, el software de código abierto plantea muchos beneficios en relación con este tema: el trabajo en la comunidad de desarrolladores permite corregir errores y combatir vulnerabilidades debido a que son muchas personas revisando y perfeccionando el código al mismo tiempo, dando lugar a una innovación constante y colaborativa. Por meritocracia, se elige el de mayor calidad, lo cual brinda a su vez mayor seguridad.

De esta manera y a diferencia de lo que creen muchos, el código abierto no necesariamente implica menos seguridad para el usuario. Por el contrario, se va perfeccionando permanentemente por la comunidad, quien lo avala como un producto confiable y de calidad, previniendo debilidades que puedan derivar en ataques informáticos.

 

Ezequiel Picardo, SAC’s Regional SA Manager de Red Hat Latinoamérica