El internet de las cosas (IoT) ha pasado de la etapa de la curiosidad y la especulación al punto en que prácticamente, las aplicaciones de negocios se están construyendo sobre él y hay necesidad de un desarrollo más deliberado, políticas y noras para avanzar hacia adelante.

Actualmente estamos viendo aplicaciones extremadamente prácticas a través del llamado «Internet Industrial», el enfoque de grupos como el Industrial Internet Consortium y compañías como GE, quienes incorporan sensores en equipos de resistencia industrial que van desde motores de aeronaves hasta herramientas de energía, aumentando drásticamente la eficiencia y la conciencia de los procesos de producción. De acuerdo a estimaciones de GE, hoy en día existen unos 10 mil millones de dispositivos conectados al Internet Industrial.

También hay emocionantes desarrollos impulsados por IoT que emergen en áreas tan amplias como la salud, la gestión urbana y la biología marina. Sobra decir que ahora hay mucho poder detrás del Internet de las Cosas, y con ello viene una gran responsabilidad. De acuerdo a Informatica LLC – proveedor de software, líder independiente centrado en ofrecer innovaciones transformadoras para el futuro de todos los aspectos relacionados con los datos, el IoT no se refiere realmente a las «cosas», sino a los datos que se mueven hacia adelante y hacia atrás entre estas cosas. En consecuencia, este año se han hecho importantes llamados a una «estrategia de IoT» nacional, que promueva el crecimiento económico a través del IoT, así como la protección de la seguridad y privacidad.

En un artículo reciente, Kenneth Corbin de CIO, documentó algunas de las discusiones que tienen lugar entre los políticos sobre las implicaciones y posibilidades de los datos de IoT. Una política nacional ayudaría a solidificar el apoyo para cosechar los beneficios del IOT, al mismo tiempo que restringiría una serie de regulaciones que podrían sofocar su potencial. Se pide «un esfuerzo concertado en el gobierno federal, para reunir a las diversas agencias que tienen un papel en el entorno regulatorio para las aplicaciones de IoT y desarrollar una estrategia nacional cohesiva que identifique las áreas donde el gobierno podría estimular la inversión, innovación y la adopción… debe abarcar una amplia franja del gobierno federal, dado que los dispositivos de IoT y las aplicaciones están surgiendo en las industrias en todo el espectro regulatorio”.

Los datos en sí mismos son una poderosa fuerza de innovación y cada vez más están en el centro de muchas discusiones políticas. Corbin cita un reciente informe del Centro para la Innovación de Datos, que concluye que hay «increíbles oportunidades de aprovechar los datos para abordar importantes asuntos sociales y fomentar el crecimiento económico».

Ha llegado el momento de que los responsables de la formulación de políticas – así como los estrategas corporativos – acepten los inmensos recursos de datos que IoT está generando. Monika Jha señala que «es el momento adecuado de prepararse y tener las medidas adecuadas para hacer frente al gran diluvio de datos que vendrá». Esto requiere, a nivel organizacional, grandes estrategias y metodologías de datos más allá de lo que la mayoría de las empresas ahora utilizan.

Esto no incluye herramientas analíticas y plataformas, sino la infraestructura de red y presencia que puede hacer que esto suceda, afirma Jha. «La eficiencia del IoT depende de la transmisión efectiva de datos», escribe. «Para que los dispositivos compatibles con IoT sean inteligentes y conectados, las empresas tendrán que crear una nueva infraestructura tecnológica. Junto con esa red, se requerirán comunicaciones para soportar conectividad y una nube de producto que contendrá la base de datos. Para que todo esto se implemente con éxito, también habrá necesidad de una plataforma en la que se establezcan las bases para la creación de aplicaciones de software que actúen como pasarelas para acceder a los datos del dispositivo. Esto, a su vez, permitirá que los datos sean comunicados a otros dispositivos en Internet, conectando así estos productos (o cosas) a sistemas empresariales”. Para 2017, hay mucho trabajo – y qué pensar – por delante, mientras que el IoT engulle el espacio de datos.